Como siempre digo, hay tartas para todos! Todos los gustos, todos los trabajos, los oficios, románticas, divertidas... Esta fue para un conductor de máquinas excavadoras.
La tarta era pequeña, así que la máquina también lo fue.
Un rico bizcocho de vainilla, relleno de una suave crema de fresa.
Si te ha gustado, ¿me lo dices?
A Jesús le gustó tanto, que se guardó su máquina de azúcar, para que nadie se la coma y le quede de recuerdo! :)
Gracias por leerme!
Besos,
jijiji, que mona Andrea, yo también la hubiera guardado de recuerdo! ;-) bsss
ResponderEliminarjeje, gracias Nieves! Un beso.
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